Santa Teresa de Jesus

PP Carmelitas Descalzos de Talavera de la Reina

San Juan de la Cruz

Queridos hermanos y hermanas

Paz y Bien. De nuevo, quiero compartir con vosotros en este tiempo de Confinamiento del coronavirus que todos estamos encerrados en casa, vamos a dedicar nuestro tiempo a reflexionar un poco más en serio y con mucho ánimo para entrar en tiempo Santo. Rezamos también por las almas de nuestros hermanos que han fallecido en tiempo de pandemia, es muy duro para todos y todas las familias que han perdido a sus familiares.

La Cruz es la Escuela del AMOR

¿Por qué hay sufrimiento? ¿No podría ser la vida sin dolor: sin enfermedad, sin violencias, sin desgracias, sin temores? Y vamos a pensar en los siguientes puntos que estamos pasando en esta pandemia del coronavirus:

En pocos días vamos a entrar en la semana más importante de la vida de todo cristiano, la Semana Santa. Celebramos el acontecimiento principal de nuestra Fe: El Señor Jesús asumió el camino del dolor y sufrimiento, en solidaridad con todos los hombres, abrazó generosamente la Cruz, signo de la mayor humillación y no dudó en asumirla para ofrecernos la libertad y la salvación de la fuerza del Pecado.

Yo les propongo que hoy miremos a Cristo en la Cruz. Contemplemos a Jesús. Hagamos silencio para que podamos escucharlo, para que sus palabras reconciliadoras entren en nuestro corazón. Meditemos en el significado de la Cruz para nuestra vida y la importancia que le damos.

¿Por qué Jesús siendo Dios no escogió un camino menos doloroso, si pudo habernos salvado de otra manera? De todas las explicaciones que podemos dar al respecto, creo que la que mejor resume el sentido de este hecho es el Amor. Jesús tomó el camino de la Cruz, por el gran amor que tiene por el hombre, Él quiso tomar sobre sus hombros el gran peso que tiene nuestro pecado, porque al asumir el sufrimiento se hacía solidario con el dolor que experimenta la humanidad. La lógica de su pedagogía es la humildad. ¡Qué gran muestra de misericordia de Dios Padre de regalarnos a su Hijo para que tengamos vida!, ¡qué amor más grande el de Jesús al ofrecer su vida por cada uno de nosotros!

Contemplar la Cruz de Cristo nos remite además a pensar que la vida del hombre tiene no pocos momentos de dolor y sufrimiento, padecemos la angustia, la incertidumbre y el desconcierto. Son estos momentos de mayor oscuridad donde el ser humano se pregunta. Si Dios es misericordia y es amor ¿por qué tengo que sufrir? ¿Dónde está Dios? ¿Por qué cargar una cruz tan pesada?

Es frecuente que tendamos a evadir, a huir del sufrimiento, a no enfrentar. Es en estos momentos cuando Cristo, que sufre en la Cruz, nos consuela y nos llena de esperanza. Él que ha sufrido desproporcionadamente conoce y se compadece de nuestros dolores. El Señor en estos momentos nos dice «venid a mí los cansados y agobiados, que en mí tendréis descanso« (Mt 11, 28). Acudamos a Él, acerquémonos sin miedo y llenos de fe, pues Él nos espera y nos abre los brazos con amor.

Sabemos que la historia no termina con la Pasión: después del sufrimiento y de la Cruz viene la gloriosa Resurrección. Jesús vive, Jesús triunfa sobre el poder del mal. Hace unos días el Papa Francisco en su homilía decía lo siguiente, pensando en este momento crucial de la vida del Señor y en la enseñanza que trae para la vida de cada persona:

«Jesús sabe que no termina todo con la muerte o con la angustia, y la última palabra de la Cruz: ‘¡Padre, en Tus manos me encomiendo!’, y muere así. Encomendarse a Dios, que camina conmigo, que camina con mi pueblo, que camina con la Iglesia: y esto es un acto de fe. Yo me encomiendo. No sé: no sé por qué sucede esto, pero yo me encomiendo. Tú sabrás porqué»

Aprendamos de Cristo y carguemos generosamente la Cruz. Así podremos ayudar también a otros a cargarla. Esta es la expresión más grande del amor que estamos llamados a vivir, especialmente en este Año Santo.

Que los misterios de la Pasión y la Cruz de Cristo nos renueven en el deseo generoso de seguir sus pasos, de acoger la llamada de Cristo de «tomar cada uno su cruz y seguirlo» (Mt 10, 38) y de acoger su misericordia en nuestro corazón para poderla participar a nuestros hermanos, especialmente los que más nos necesitan. ¡Abracemos a Cristo que nos tiende su mano en la Cruz! ¡Abracemos nuestra Cruz y caminemos junto a Él hacia la victoria que Él ya tiene asegurada!

En este sentido, quiero repartir con vosotros el pensamiento sobre la Cruz en la vida de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, la carmelita: son seis frases que vamos a leer y releer en este tiempo de Semana Santa que nos ayude para estar con Jesús en este tiempo de pandemia que muchísima gente están sufriendo.

"La cruz es el camino que conduce de la tierra al cielo. Quien se abraza a ella con fe, amor y esperanza se siente transportado a lo alto, hasta el seno de la Trinidad."

"Frente a ti el Redentor pende de la Cruz despojado y desnudo, porque ha escogido la pobreza. Quien quiera seguirlo debe renunciar a toda posesión terrena."

"Él vino al mundo no para hacer su voluntad, sino la del Padre. Si quieres ser la esposa del Crucificado debes renunciar totalmente a tu voluntad y no tener más aspiración que la de cumplir la voluntad de Dios."

"El mundo está en llamas: ¿Deseas apagarlas? Contempla la cruz: del Corazón abierto brota la sangre del Redentor, sangre capaz de extinguir las mismas llamas del infierno."

"Gracias al poder de la cruz puedes estar presente en todos los lugares del dolor a donde te lleve tu caridad compasiva, una caridad que dimana del Corazón Divino, y que te hace capaz de derramar en todas partes su preciosísima sangre para mitigar, salvar y redimir."

"Te saludamos, Cruz santa, única esperanza nuestra" Así lo decimos en la Iglesia en el tiempo de Pasión, tiempo dedicado a la contemplación de los amargos sufrimientos de Nuestro Señor Jesucristo." (Santa Teresa Benedicta de la Cruz)

Deseamos que estos días santos sean una ocasión de mayor cercanía al Señor Jesucristo, que sea para cada uno de vosotros, tiempo de muchas bendiciones.

Feliz Semana Santa y Domingo de Resurrección. Parroco P. Arockia, OCD.