Santa Teresa de Jesus

PP Carmelitas Descalzos de Talavera de la Reina

San Juan de la Cruz

Los orígenes

La Orden de los Carmelitas tiene sus orígenes en el Monte Carmelo, en Palestina, donde, como recuerda el II Libro de los Reyes, el gran Profeta Elías luchó en defensa de la pureza de la fe en el Dios de Israel, venciendo en la lid con los sacerdotes de Baal y donde el mismo Profeta, orando en la soledad, vio aparecer una nubecilla portadora de benéfica lluvia después de la sequía. Desde siempre este monte ha sido considerado el jardín floreciente de Palestina y símbolo de fertilidad y belleza. "Karmel" de hecho significa "jardín".

En el siglo XII (quizás después de la tercera cruzada, 1189-1191) algunos penitentes-peregrinos, provenientes de Europa, se establecieron junto a la "fuente de Elías", en una de las estrechas vaguadas del Monte Carmelo, para vivir en forma eremítica y en la imitación del Profeta Elías su vida cristiana en la misma tierra del Señor Jesucristo. Tanto entonces como después los Carmelitas no reconocieron a ninguno en particular con el título de fundador, permaneciendo fieles al modelo Elías ligado al Carmelo por episodios bíblicos y por la tradición patrística greco-latina, que veía en el Profeta uno de los fundadores de la vida monástica. Habiendo sido construida una pequeña iglesia en medio de las celdas, la dedicaron a María, Madre de Jesús, desarrollando el sentido de pertenencia a la Virgen como la Señora del lugar y como Patrona, y tomaron de ahí el nombre de "Hermanos de Santa María del Monte Carmelo". El Carmelo por este motivo está profundamente ligado a Elías y a María. Del Profeta ha heredado la pasión ardiente por el Dios vivo y verdadero y el deseo de interiorizar la Palabra en el corazón para testimoniar su presencia en el mundo; con María, la Virgen Purísima Madre de Dios, se empeña en vivir "en obsequio de Jesucristo" con los mismos sentimientos de intimidad y profundidad de relación que tuvo María. Este grupo de ermitaños laicos para tener una cierta estabilidad jurídica se dirigió al Patriarca de Jerusalén, Alberto Avogadro (1150-1214), residente en aquel tiempo en San Juan de Acre, en las cercanías del Monte Carmelo. Este escribió para ellos una norma de vida, entre el 1206-1214. Sucesivas aprobaciones de esta norma de vida por parte de varios papas ayudaron al proceso de transformación del grupo hacia una Orden Religiosa, cosa que aconteció con la aprobación definitiva de tal texto como Regla por Inocencio IV en el 1247. La Orden del Carmelo fue de este modo inserta en la corriente de las Ordenes Mendicantes.

Hacia el 1235, sin embargo, los Carmelitas debieron en parte abandonar el lugar de origen, a causa de las incursiones y persecuciones de los sarracenos, que estaban reconquistando la Tierra Santa, retomándola a los cruzados. Regresaron en general a los países de origen en Europa. Bien pronto se multiplicaron y florecieron en la ciencia y en la santidad. Con el tiempo se acercaron a los religiosos algunas mujeres, que se transformaron en el 1452 en monjas que vivían en propias comunidades. En los siglos XV-XVI hubo cierto relajamiento en diversas comunidades, combatido por obra de Priores Generales como el Beato Juan Soreth (+1471), Nicolás Audet (+1562) y Juan Bautista Rubeo (+1578) y por algunas reformas (entre las cuáles la de Mantua y la del Monte Oliveti en Italia y la de Albi en Francia) para poner freno a la profusión de abusos y mitigaciones. La más conocida es ciertamente la llevada a cabo en España por Santa Teresa de Jesús para la reforma de las monjas y después de los religiosos, ayudada por San Juan de la Cruz y el P. Jerónimo Gracián. El aspecto más importante de la labor de Santa Teresa es no tanto el haber combatido la mitigación introducida en la vida del Carmelo, cuanto más bien el haber integrado en su proyecto elementos vitales y eclesiales de su época. En el 1592 esta reforma, llamada de los "Carmelitas Descalzos" o "Teresianos" se hizo independiente y tuvo un gran desarrollo en las dos Congregaciones de España e Italia, reunidas después en el 1875. Se tienen así dos ramas del Carmelo: la de los Carmelitas, llamados también de la "Antigua Observancia" o "Calzados", y la de los "Carmelitas Descalzos" o "Teresianos", que consideran a Santa Teresa de Jesús como su reformadora y fundadora.

A pesar de esta división, en los siglos sucesivos la Orden Carmelita continuó su camino espiritual. Numerosos religiosos y religiosas ilustres dieron vida al Carmelo con su espiritualidad y su genio. Grandes avances se dieron también entre los seglares con la institución de la Tercera Orden del Carmen y de las Cofradías del Escapulario del Carmen en varias partes del mundo. En los siglos XVII y XVIII se expandió por algunas partes el movimiento de la más estrecha observancia con la Reforma Turonense en Francia y con las de Monte Santo, Santa María della Vita, Piemonte y Santa María della Scala en Italia. Al inicio de la Revolución Francesa la Orden Carmelita estaba ya establecida en todo el mundo con 54 Provincias y 13,000 religiosos. Precisamente a causa de la Revolución Francesa la Orden del Carmelo sufrió graves daños, de modo que al final del siglo XIX se vio reducida a 8 Provincias y 727 religiosos. Sin embargo, fueron estos pocos religiosos los que, durante el siglo XX, con valor y determinación, restablecieron la Orden en aquellos países donde habían estado presentes anteriormente, así como también implantaron el Carmelo en nuevos continentes.

Carmelitas Descalzos

La reforma más importante realizada en la orden de los carmelitas fue debida a Santa Teresa de Jesús y a San Juan de la Cruz, que siguió los consejos de aquélla. Esta reforma dio lugar a la división de la orden en dos ramas: la de los carmelitas descalzos, que aceptaron la reforma, y la de los carmelitas de la antigua observancia, popularmente llamados calzados, que siguieron la primitiva regla. La reforma del Carmelo se enfrentó a la oposición de grandes sectores, pero mereció la protección de Felipe II. La Santa Sede aprobó definitivamente la reforma teresiana en 1572. Todas las vicisitudes de las raíces y reformas de los carmelitas han sido explicadas por Santa Teresa y San Juan de la Cruz en sus obras autobiográficas.

En 1568 echó a andar en una especie de alquería apartada, en Duruelo (Ávila), la reforma teresiana. Con el tiempo, y en un proceso rápido de fundaciones, el ideal teresiano se hizo presente en ciudades, en villa, en algún "desierto", siempre acompañaba la popularidad de Santa Teresa por estas tierras.

En el siglo XIX, los carmelitas fueron exclaustrados, sus posesiones y conventos desamortizados, sus iglesias –construidas en barroco característico- transferidas a los obispos o aprovechadas por particulares. Aunque la exclaustración y desamortización se hayan estudiado casi sólo desde los presupuestos y consecuencias económicas, tuvieron como acompañante inexorable la pérdida o dispersión de archivos, de bibliotecas, de obras magníficas o sencillas de arte.

Pocos días antes de la Revolución de 1868 se comenzaron a restaurar las fundaciones del Carmen Descalzo. El 15 de Mayo de 1889 se restauró la vieja Provincia de San Elías de Castilla la Vieja. En esa fecha ya se habían recuperado los conventos de Ávila, de Segovia, de Alba de Tormes, símbolos de la conexión constante con los fundadores, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

La restauración no fue fácil. Y no lo fue por factores múltiples. En primer lugar, por la dispersión forzada que supuso la exclaustración de 1835. Desde antes, la Congregación española de los carmelitas descalzos, al igual que las demás Ordenes religiosos, creciente y floreciente desde su fundación celular en la Guerra de la Independencia, las medidas desamortizadoras del gobierno "intruso" de José Bonaparte, el freno a la admisión de novicios, la política del trienio liberal (1820-1823). Las cifras pueden ser expresivas: la Congregación española llegó, ya algo mermada, en 1820 a contar con 2180 religiosos, que, en 1824 habían descendido drásticamente a 1532 en sus ocho provincias. La recuperación que se sentía en 1835, con 2016 individuos, se cortó con las medidas radicales de exclaustración.

A partir de esa fecha, los carmelitas descalzos de España comenzaron a extinguirse. Sólo quedó en su sitio la comunidad, nutrida, del Desierto de las Palmas como reconocimiento de Castellón a anteriores comportamientos heroicos de los frailes. De los demás, algunos, muy pocos, se acogieron a la provincia aquitana de Francia. Otros, contados, consiguieron permanecer como capellanes o guardianes (a veces como cancerberos) del patrimonio de las mejores reliquias de la Orden (y valoradas en Castilla). Buena parte se acogió a las capellanías de las madres carmelitas de Santa Teresa que, a fin de cuentas, seguirían dependiendo de la jurisdicción de la Orden, al menos hasta 1855. Los más afortunados se encontraron con una situación digna. La inmensa mayoría tuvo que malvivir, en condiciones de miseria, con la escueta pensión que se le atribuyó.

Los carmelitas descalzos fueron exclaustrados y desamortizados, pero no extinguidos. Jurídicamente los religiosos –sacerdote y hermanos- fueron provistos de un Comisario, equivalente el superior general anterior, que se comunicaba como podía con los ex religiosos. Desempeñó esta función, en principio, el último General de la Congregación española, fray Pedro del Carmen. Después le sucedió el Padre Juan (Maldonado) de Santo Tomás de Aquino.

Historia en Talavera de la Reina

Fachada de la antigua fundación

Fachada de la antigua fundación

Los Carmelitas descalzos fundaron su casa en Talavera de la Reina (Toledo) en el año 1699. Fue objeto de gran polémica, pues varios conventos rivales de Talavera se opusieron a la creación de otro nuevo. Finalmente, los carmelitas recién llegados a Talavera, apoyados por cierta talaverana influyente, lograron su propósito. En 1835 la Desamortización acabó con este convento y los religiosos se ausentaron. (Por este motivo el convento más tarde pasó a ser un alfar de cerámica, regentado por Emilio Niveiro Romo y su padre, y anteriormente el abuelo y fundador de la fábrica en 1849, don Emilio Niveiro Paje). Más de un siglo tardarían en volver a esta ciudad de la cerámica. Fue el 15 de octubre de 1960, sábado, "para estar abrazadas en una fecha los dos amores de la Orden", como rezan las primeras palabras del libro de Becerro. Sobre esta restauración sintetizamos los datos más importantes:

Origen de la Restauración

El día 12 de agosto de 1957 el P. Valentín de San José compraba los terrenos para la construcción del actual convento e Iglesia. Se veía así colmado el deseo de las MM. Carmelitas de esta ciudad y de la M. Maravillas de Jesús, quien a su paso por Talavera en viaje desde Arenas a Madrid escuchó esos deseos, al tiempo que observaba un pueblo que creía rápidamente en casas y comercio, pero no en iglesias. La fundación fue costeada por las Carmelitas descalzas de Arenas de San Pedro y sus familiares, ofreciéndola, una vez terminada, a la Provincia. Pero es evidente que los superiores provinciales estaban al tanto de lo que se hacía y participaban de alguna manera en la fundación.

En la tramitación de los permisos requeridos por las leyes no se siguió la normativa entonces vigente, con especial descuido de cuanto se refería a la información que era preciso enviar a Roma y la petición de permisos. Por eso, el Definitorio General –temiendo que se tratase de deseos muy personales- pidió información al Definitorio Provincial, éste se explicó, aquél remitió la última palabra al Capítulo provincial celebrado en junio de 1960, quien, por unanimidad, admitía la donación que de dicho convento e iglesia hacían las Carmelitas descalzas de Arenas de San Pedro. A la vista de esta comunicación, el Definitorio General erigía canónicamente este convento con fecha de 5 de septiembre de 1960, tramitando los debidos permisos ante la Congregación de religiosos, accediendo ésta a la petición el día 8 de septiembre de 1960. Así concluía una historia fundacional, que dio algunos disgustos en estos comienzos.

Descripción

Interior de la Iglesia

Interior de la Iglesia

Sencilla construcción de dos plantas, más sótano. La distribución actual –pues ha tenido múltiples reformas ya- es la siguiente: en el piso bajo, despachos parroquiales, salones parroquiales, biblioteca y sacristía. En el piso alto, habitaciones, comedor y cocina, sala de comunidad. Las habitaciones están situadas a ambos lados del corredor. Unas dan a la calle de Santa Sabina; otras, al jardín interior, luminoso, con un pozo y brocal en el centro.

La iglesia, sin tener un estilo determinado, es capaz y acogedora, altar central de valor, presidido por una talla de la Virgen del Carmen, titular de convento e iglesia.

A pesar de las buenas voluntades y desvelos, la construcción tiene fallos importantes de base, parece más para monjas que para frailes, y no incorporó adelantos ya entonces elementales. Progresivamente se ha procurado subsanar parte de estos defectos.

Organización de la Vida

Nada que destacar sobre la vida conventual. La actividad, o tipo de presencia, venía pedida por la necesidad que sentía Talavera de asistencia espiritual, siendo los Carmelitas los únicos religiosos con atención al público. La atención al culto, y muy especialmente al confesionario, distinguió muy pronto a esta comunidad. Posteriormente se uniría la atención a los enfermos, a religiosas –de Talavera y lugares cercanos -, a colegios y pueblos. Otras actividades fueron más periféricas y personales.

Escuela de Hermanos no clérigos

Casi inmediatamente Talavera se convirtió en sede de una idea nueva en la Provincia: Escuela (= Seminario menor) de Hermanos no clérigos. La primera toma de hábito tuvo lugar el día 19 de diciembre de 1962. La Escuela pasó por altibajos. Se reabrió el dos de octubre de 1965, y en julio de 1966 se cerraba, a la vista de los escasos resultados.

De América a Talavera

Cuando se abrió el convento de Talavera comenzaba su andadura la revolución cubana. Por esta razón recalaron en Talavera no pocos religiosos procedentes de la Isla. Entre ellos cabe destacar a los PP. Pablo Mª del Corazón de Jesús, Prior de La Habana y que el 21 de julio de 1961 era elegido superior de esta casa: el P. Eusebio, Prior de Camagüey; el P. José Ignacio de la Eucaristía (Rafael Rey), Maestro de Novicios en Camagüey; el P. Luis del Santísimo Sacramento (Feliciano Guerra), organista de La Habana.

Misiones

También tiene que ver este convento con las Misiones de nuestra Provincial en el Zaire. Aquí recibieron el crucifijo los tres primeros misioneros que volaron al Zaire (11 de julio de 1965). También de esta casa, siendo conventual, voló al Zaire el P. Santos Martínez de Miguel.

Ancianidad

Talavera de la Reina ha contado siempre con una comunidad entrada en años. Los catálogos y las crónicas lo certifican. Sólo de vez en cuando era destinado algún joven, en ocasiones con problemas vocacionales. El resto de jóvenes tenía que convivir con una mayoría de edad avanzada. Esta tendencia se ha ido acentuando con los años.

Parroquia

Vista de conjunto de la Nueva iglesia

Vista de conjunto de la Nueva iglesia

Por decreto de 30 de septiembre de 1976 se creaba la Parroquia del Carmen en nuestra iglesia, siendo encomendada a los PP. Carmelitas. El día 31 de octubre se firmaba el contrato entre la Diócesis y la Provincia, y el día 1 de noviembre el Superior, P. Ursicino Fernández, tomaba posesión de la misma como primer párroco. En la actualidad, la Parroquia cuenta con casi 12000 almas.

1976 - Bodas de Plata - 2001

Haciendo Historia... Los Carmelitas en Talavera de la Reina

Primera Fundación: (1694)

La presencia de los Carmelitas Descalzos en Talavera data del 14 de Enero de 1694, en que se les concede licencia para poner el Santísimo en su casa, no sin antes haber sufrido tensiones y dificultades de religiosos de las Ordenes ya establecidas, a modo de las que sufrió la Madre Teresa de Jesús en la Fundación de San José de Ávila.

Se instalan primero en la C/ Salmerón, y dos años después pasan frente a la Parroquia de San Andrés, donde aún hoy emerge, como testigo, la fachada de la Iglesia y concento, que hubieron de abandonar los carmelitas en la desamortización de Mendizábal de 1835.

Restauración: (1960)

La restauración de la fundación de los Carmelitas en Talavera se hace el día 15 de Octubre de 1960 en solar distinto y 125 años después del abandono del anterior convento. En ambos casos, fundación y restauración, la intervención y ayuda de las MM. Carmelitas Descalzas fue decisiva. En la fundación: entregando la dote de tres religiosas; y en la restauración: dirigiendo y sufragando totalmente la construcción y acondicionamiento las MM. Carmelitas de Talavera, Cerro de los Ángeles y Arenas de San Pedro, que luego ofrecieron a la Orden, teniendo como abanderada de la obra a la, hoy, Bta. M. Maravillas de Jesús, entonces priora de Arenas de San Pedro.

Dio licencia para la nueva fundación el Cardenal Enrique Pla y Daniel el día 3 de Agosto de 1957 y bendijo Iglesia y Convento el R. P. José Antonio de Jesús (Carrasco) el día 15 de Octubre de 1960. Quedó constituida la Comunidad por los PP: Adrián (superior), José Joaquín, Anselmo, Efrén Mª y los HH. Tomás y José Miguel. La Comunidad enseguida se dedicó al apostolado de confesión y dirección espiritual, cofradía del Carmen, visita a enfermos y docencia en los cercanos colegios de HH. Maristas y Cervantes. Desde 1962 a 1969 fue sede de una Escuela-Aspirantado de Formación para Hermanos Carmelitas, que no da el efecto proyectado. En 1976 se crea la Parroquia del Carmen de Talavera con sede en nuestra Iglesia.

"... para mí es grandísimo consuelo ver una Iglesia más donde haya Santísimo Sacramento" (Sta. Teresa de Jesús) f. 3, 10.

Creación de la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen (1976)

Ante el crecimiento demográfico que venía registrándose en Talavera de la Reina por la década del 65-75 se hacía necesaria la creación de nuevas parroquias en los lugares, entonces periféricos, por donde se extendía la ciudad. Como la Iglesia del Carmen estaba en estos lugares pareció bien a las autoridades eclesiásticas incluir entre las nuevas parroquias creadas para Talavera en día 30 de Septiembre de 1976. El acuerdo entre el Arzobispo de Toledo, con la firma del Cardenal Don Marcelo González, y la Orden de Padres Carmelitas, con la firma del Provincial P. Segundo Fernández, data del 30 de Octubre de 1976. A los dos días, día 1 de Noviembre, Festividad de Todos los Santos, con la solemnidad requerida y la asistencia de las autoridades eclesiásticas y civiles del lugar, tomó posesión de la misma su primer párroco, R. P. Ursicino Fernández Suances (+ en Madrid 28/09/2000), que estuvo al frente de la Parroquia desde el 01/11/1976 hasta finales de Mayo de 1981.

Desde la fecha del 31/05/1981 hasta el 17 de Mayo de 1984 le siguió en el cargo el R. P. José Casado (+ en Medina del Campo 19/03/1992). Luego tomó la dirección de la Parroquia el R. P. Manuel Lagunas desde el 15/06/1984 hasta principios de 1989, en que por razones de salud dimitió de su cargo de Párroco. Hoy mora en la Residencia de PP. Carmelitas de Arturo Soria 271.

El R. P. Juan Antonio Gallego, que venía ejerciendo ya de Vicario Parroquial con el P. Manuel, fue nombrado Párroco entonces y ha regido la Parroquia hasta el mes de Junio de 1999. En la actualidad dirige la Parroquia los PP. Julián Sánchez, Párroco, y Vicente Arroyo, Vicario, a quienes ayuda en la labor pastoral de confesiones el R. P. Marcial García.

Las Imágenes de Nuestra Iglesia

En el recuerdo histórico de nuestra parroquia hay que dejar siempre constancia de que la Iglesia y actual Convento del Carmen fue donación de las MM. Carmelitas Descalzas (especialmente de Talavera, Arenas de San Pedro y Cerro de los Ángeles) a la Orden del Carmen. Y recordando en gratitud lo que ahora disfrutamos, veamos un breve recuento de las imágenes de la Iglesia.

Preside el altar mayor desde el camarín la Virgen del Carmen, en posición sedante, que fue donada por las MM. Carmelitas del Cerro; las imágenes de S. Juan de la Cruz y Sta. Teresa de Jesús, a ambos lados del altar, son donación de las MM. Carmelitas de Toledo, así como el lienzo del Cristo, copia del de Velázquez, que preside la Sacristía; la imagen de S. José, en la nave izquierda, y la de la Virgen del Carmen de las procesiones son donación de la Familia de D. Nicanor Flores; y la imagen del Niño Jesús de Praga fue donada por la Familia de D. Francisco Arnich. Merece también recuerdo especial la Familia de D. Federico Moráis que donaron los magníficos bancos, las alfombras y costearon varias veces la pintura de la Iglesia.

Todos los mencionados hubieran querido quedar en el anonimato, pero dejamos aquí constancia de gratitud a ellos y a otros muchos que entregaron su tiempo, su saber, su atención y labor en bien de esta Parroquia y forman ya parte de su historia, de los cuales, aunque todo está en el libro de la Vida, no poseemos letra que lo documente.

Ahora en las Bodas de Plata es bueno emular los ejemplos recibidos e intentar seguir haciendo algo para que perdure la obra comenzada. En esta disponibilidad estamos preparando una nueva instalación eléctrica y nueva pintura de la Iglesia ¡Hay que conseguirlo!.

El R. P. Ursicino Fernández Suances. Primer Párroco (1976-1981)

Creada la Parroquia del Carmen de Talavera el 30-10-1976, inicia su andadura bajo la dirección de su primer párroco, P. Ursicino, que ostentaba ya el cargo de Prior de la Comunidad Carmelita. El P. Ursicino nace el 29-09-1924 en Cozuelos de Ojeda (Palencia) e ingresa en el Seminario Carmelita de Medina del Campo en Septiembre de 1932. Cursadas las humanidades, pasa al Noviciado de Segovia, estudia filosofía en Ávila y teología en Salamanca, donde recibe el sacerdocio el 19-06-1943.

Dos años después es destinado a Cuba y desarrolla su apostolado en Sancti Spiritus (1945-48) y Camagüey (1948-51). En este año pasa a República Dominicana con la misión de ser uno de los iniciadores de la presencia de la Orden del Carmen allí. (En estos días se están celebrando la Bodas de Oro de la presencia carmelitana en Republica Dominicana). Es cofundador en Sabana de la Mar (1951) y fundador de las casas de Santo Domingo (1954) y La Torre (1957). De nuevo vuelve a Cuba como prior de La Habana (1957) pero en el 1960 es uno de tantos deportados por el régimen castrista. Ahora es elegido prior de Plaza España-Madrid (1960-66) y con el mismo cargo inicia su andadura en Talavera de la Reina el trienio 1966-69. De nuevo vuelve a Talavera con el cargo de prior en 1975 y en 1976 adjunta el cargo de Párroco que desempeñará hasta finales de Mayo de 1981. Los años siguientes ejerce su pastoral en Alba de Tormes, Palencia y Medina del Campo, hasta que, debido a la enfermedad, en 1997 pasa a la casa de Salud de los Carmelitas en Arturo Soria de Madrid, donde muere el 28-09-2000.

Para quienes le conocieron es proverbial su fogosidad y entrega, su celo por las cosas de Dios y servicio a los hermanos. Aquí su atención a los enfermos y su labor pastoral de inicio de la Parroquia le granjearon profunda gratitud de muchos talaveranos, que le honraron con su amistad y colaboración. Sobresalió por su celo teresiano; su amor a la Virgen le hizo ser peregrino de muchos santuarios. Tuvo como Vicarios pastorales a los PP. Isaías y Andrés.

El R. P. José Casado Martín. Segundo Párroco (1981-1984)

El P. José Casado, con su aspecto apacible y bonachón, llegó por vez primera a esta ciudad en el año 1969, donde permaneció hasta 1972. Había nacido en la localidad Zamorana de Villalube el 10-11-1929, siendo el segundo de cinco hermanos. Sus padres, Sinenando y Dolores eran sencillos labradores que inculcaron a sus hijos la fe en el Señor. José ingresó en el Seminario carmelita de Medina del Campo el día 01-10-1945, hizo el noviciado en Segovia, cursó filosofía en Ávila, estudió la teología en Alba de Tormes y el día 17-04-1954 recibió el sacerdocio en Salamanca.

Fue profesor en los colegios carmelitas de Almodóvar del Campo, Medina del Campo y Ávila. En 1975 fue nombrado párroco de Almodóvar del Campo, donde tuvo la alegría de culminar los procesos de canonización de S. Juan de Ávila y S. Juan Bautista de la Concepción, nativos de Almodóvar. De 1981 a 1984 fue nombrado párroco de ésta del Carmen de Talavera donde trabajó de modo especial con los niños y jóvenes. Llevó buen número de ellos al Seminario carmelita de Medina, de los cuales, hoy, cinco son sacerdotes. Después de este trienio pasó a Medina y Palencia con el encargo de Delegado pro Vocaciones que ejerció hasta su muerte, acaecida en Medina del Campo el día 19-03-1992, víctima de un carcinoma pulmonar.

Con la entrega y dedicación a la promoción vocacional que le caracterizaba, meses antes de su muerte (12-10-1991) fundó la Asociación de Antiguos Alumnos del Seminario de Medina con el deseo de que fuera un lugar de reencuentro de quienes habían sido alumnos y desde la vivencia de mutuos recuerdos encontrar nuevos modos de promover vocaciones carmelitas. Después de la muerte del P. José, los miembros de la Asociación, por unanimidad, decidieron que el nombre de la Asociación fuera: "Asociación de A. A. José Casado". Esta Asociación tiene su sede en el Colegio S. Juan de la + de Medina del Campo.

Como Vicario pastoral tuvo al P. Rufino Ramos, (+ en Madrid) que también era Prior de la Comunidad de Talavera en el trienio 1981-84.

El R.P. Manuel Lagunas Calderero. Tercer Párroco (1984-1989)

El P. Manuel Lagunas tomó posesión del cargo de Párroco de Ntra. Sra. del Carmen de Talavera el 17-06-1984. Es natural de Ciudad-Rodrigo (Salamanca) donde nació el 26-08-1928. Sus padres D. Ángel y Dª Cristina formaron un hogar cristiano donde surgió la vocación sacerdotal de Manuel y otro hermano suyo. Manuel profesó como carmelita en Segovia el 25-10-1947; cursó filosofía en Ciudad-Rodrigo y Ávila; estudio teología en Alba de Tormes y fue ordenado sacerdote en Madrid el 28-02-1953.

En 1954 fue destinado a la Republica Dominicana donde inició en algunos lugares la presencia carmelita en pastoral parroquial; es elegido Párroco de la Torre-La Vega en 1958-1960. Situaciones sociopolíticas de entonces le obligan a volver a España y es elegido Prior de Alba de Tormes (1960-1963) y luego de Toledo. Vuelve a la Republica Dominicana y pasa a Puerto Rico donde es Párroco de Ponce desde 1960 a 1963. De nuevo en España es prior en la casa natal de Sta. Teresa de Ávila (1975-1978), y de Palencia (1078-1984). Constituida la Parroquia Carmelita de Palencia en 1983 el P. Manuel es su primer Párroco. Con esta experiencia pastoral parroquial es elegido Párroco de esta de Talavera el 05-06-1984. Su labor más especial fue la catequesis y en ella manifestó sus buenas dotes de pedagogo. La Parroquia entonces -antes de la desmembración de la Parroquia de Ntra. Sra. del Pilar- tenía una población de unas 12.000 personas, (hoy sobrepasa las 8.000) y la población infantil y juvenil era muy numerosa. Nos consta la existencia de grupos de confirmación de 130 y 150 jóvenes, cuando ahora son solo de 50 y 30 jóvenes.

Fueron sus vicarios parroquiales el P. Alfredo Mateo Alonso (1984-1987) y el P. Juan Antonio Gallego López (1987-1989). En 1989 una enfermedad le priva de realizar la labor apostólica parroquial y renuncia a su cargo de Párroco. Desde entonces reside en Madrid y actualmente en la casa de salud de C/ Arturo Soria 271, de los PP. Carmelitas. Con esta breve reseña la Parroquia le recuerda y agradece sus desvelos pastorales entre nosotros y le desea mejoría en su enfermedad.

El R.P. Juan Antonio Gallego López. Cuarto Párroco (1989-1999)

El P. Juan Antonio nace el 27-11-1956 en esta muy noble y leal ciudad de Talavera de la Reina. Desde muy pequeño estuvo muy unido a los Carmelitas, pues sus padres frecuentaban la Iglesia del Carmen y todos los domingos participaban en la misa. Siendo alumno del colegio marista (1963-67) era ya monaguillo en el Carmen y se fijaba mucho para aprender a "decir misa". Ayudaba a las misas de 7 y 8 de la mañana y, en verano, suplía al sacristán, Hº Wesceslao, en sus ausencias. Ingresó en el Seminario carmelita de Alba de Tormes (24-10-1967) y luego cursó sus estudios en Medina del Campo, Ávila, Salamanca y Roma. Hizo el Noviciado y profesión religiosa en Reinosa (Santander) y fue ordenado sacerdote en Segovia (02-07-1982). Dadas sus dotes pastorales, se licenció en Pastoral Catequética en Madrid y enseguida fue destinado a Palencia, a la nueva parroquia del Carmen como Vicario del P. Manuel Lagunas y luego del P. José María Escapa. El año 1987 viene como Vicario parroquial a ésta del Carmen de Talavera y en 1989 asume el cargo de Párroco, que desempeña hasta 1999.

Con su juventud, dinamismo y formación trató enseguida de conseguir que esta Parroquia del Carmen fuese corresponsable y viva, dando a los seglares cargos de responsabilidad y ayudándolos en su formación catequética. Como carmelita, intentó la formación de los agentes pastorales en la espiritualidad carmelitana a base de cursos de oración y liturgia. Además, ejercía como Capellán de los Hnos. Maristas y también estaba muy entregado a la labor catequética en el Arciprestazgo. Desde 1993 a 1999 fue, a su vez, el P. Prior de la Comunidad carmelita y sobresalió por su labor afable y generosa con los religiosos mayores: PP. Isaías, Andrés, Marcial y Francisco (+ 1993). En su cargo de Párroco contó con la colaboración de los Vicarios parroquiales: los PP. Augusto Guerra, Domingo Renedo, Javier Frontela y Vicente Arroyo.

En Junio de 1999 fue nombrado Prior y Párroco del Carmen de Palencia donde ahora reside.

Los datos solo están actualizados hasta el 2001.